martes, 14 de febrero de 2012

CRÍTICA: “Odradek, Taboritska 8, Praga, 18 de julio de 1994.”, de Jeff Wall

“Uno siente la tentación de creer que esta criatura tuvo, tiempo atrás, una figura más
razonable y que ahora está rota. Pero éste no parece ser el caso; al menos, no encuentro
ningún indicio de ello; en ninguna parte se ven huellas de añadidos o de puntas de rotura
que pudieran darnos una pista en ese sentido; aunque el conjunto es absurdo, parece
completo en sí. Y no es posible dar más detalles, porque Odradek es muy movedizo y no se deja atrapar.”

Así habla Franz Kafka de “Odradek” criatura sobre la que versa su historia “Las preocupaciones de un padre de familia”
Este huidizo ser inspira la obra que aquí nos ocupa: “Odradek, Taboritska 8, Praga, 18 de julio de 1994.”, de Jeff Wall (Vancouver, 1946).
Jeff Wall ha sido uno de los artistas cuya obra ha ayudado a definir el llamado “Fotoconceptualismo” junto con Rodney Graham, o Ian Wallace.
Sus fotografías destacan por la minuciosidad de su planificación, siendo hasta el más mínimo detalle algo a tener en cuenta, como si la obra en sí conformara un relato a ser leído por el espectador. En ocasiones influenciadas por pintores clásicos como Manet, sus obras suelen ser transparencias de gran tamaño colocadas en cajas de luz.



 “Odradek, Taboritska 8, Praga, 18 de julio de 1994.” Jeff  Wall, Transparencia sobre caja de luz, 2x2m aprox.


“Odradek”, parte objeto de madera, parte ser vivo, merodea en las escaleras, pasillos y zaguanes de los edificios, fuera de la vista de los habitantes. Como en “Odradek”, lo oculto y lo invisible forman parte de la temática en la obra de Jeff Wall, desde sitios abandonados y ruinosos a personas social y políticamente invisibles.

La atmósfera de esta fotografía parece oscilar entre lo inquietante y la familiaridad del día a día. Los tonos sepia de la pared, junto a la obsoleta fuente comunal dan la impresión de edificio sacado de otra época., y la presencia de un chica joven, con ropa moderna, resulta inesperada en este contexto, como si fuera una aparición.



                                                               “Fragmento de la obra”

En este fragmento, podemos apreciar una representación del “Odradek” bastante fiel a la descripción de Kafka, situado en un hueco de la escalera por la que baja una joven; una de las hijas del preocupado padre de familia.

A la izquierda de la fuente comunal podemos vislumbrar un lóbrego recodo, que da profundidad a la imagen. La aparición, de puertas, ventanas o superficies reflectantes es habitual en la obra de Wall, ofreciendo atisbos de elementos fuera del marco de referencia de la fotografía.
La chica bajando por las escaleras, a punto de doblar un inquietante recodo para así escapar de nuestra vista, la atmósfera opresiva y el curioso dinamismo de la imagen, que invita a la desaparición del personaje, conforman una clara alusión al título de la obra.

El hecho de que Wall prepare sus trabajos de forma tan concienzuda, aunando la fotografía documental con aspectos cinematográficos, da a la escena el aspecto de ser sacada de un película de cine negro, creando a la perfección el suspense necesario para convertir un pasaje común en todos los edificios en el hábitat natural de la kafkiana criatura.
La imagen funciona bien, tanto como homenaje al escritor, pequeña adaptación de su relato, o como metáfora de las preocupaciones de un padre cualquiera.
Resulta visualmente intrigante, y la atmósfera reinante parece trazar una trama de misterio que atrae inexorablemente al observador al interior de la obra.
A investigar, y leer el relato, si no lo conoce, y a sumergirse en la profunda reflexión que este conlleva.

Daniel Morillas Asensi



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